martes, 13 de septiembre de 2011

Paris, Je t'aime


París, como todos deben suponer es una hermosa ciudad europea ubicada en el extremo norte de Francia. Decir que es una de las principales capitales del viejo continente o que es "la ciudad luz" o que "bien vale una misa" no es nada comparado con lo que uno ve cuando la visita y puede disfrutar de sus calles de adoquines y recibir la brisa fresca en la cara. A mi me enamoró a penas me bajé del tren. Ni siquiera se que escribir porque todo lo allí experimentado me dejó con una agradable sensación de calma y satisfacción.
Hace tres años que la visitamos como parte del itinerario que armamos en nuestro primer viaje a Europa. Debo reconocer que inicialmente no tenía mucho interés en visitar París y fue Roberto quien insistió en incluirla aludiendo la importancia que significaba para él conocer la ciudad en la que vivió Sartre. Nos quedamos 5 noches y la experiencia fue maravillosa. Ni siquiera el idioma y la lluvia fueron un obstáculo para poder disfrutar de sus maravillas como el Louvre, el Sacrado Corazón, la Torre Eiffel, los Jardines de Luxemburgo, Montmartre y los Campos Elíseos. La gente fue siempre muy amable y comprensiva, lo que permitió que disfrutáramos al máximo esta experiencia. Recorrimos sus calles de día y de noche, nos deslumbramos con sus parques siempre verdes, con sus florerías atiborradas de colores y aromas, con sus peculiares baños públicos, con sus cafeterías atestadas de parisinos, con la gran cantidad de sexshop, con el exceso de dorado en la ornamentación urbana, con la simpleza de la gran Notre Dame, con lo elevado de sus precios, con la rareza del Museo Pompidou, con la comida preparada en sus ferias públicas y por su impresionante historia que se desborda en cada esquina.
París es una ciudad para caminarla, para sentirla y para amarla....imposible no decir París je t'aime sin estremecerse.

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