Empezó diciembre, último mes del año; lleno de celebraciones y graduaciones, mes de la PSU, de bautizos, de rendiciones de cuentas e informes finales, de últimas cuotas, a veces con Teletón y otras con elecciones y, finalmente, mes de las frenéticas compras navideñas.
Desde finales de noviembre el comercio nos bombardea con avisos invitándonos a comprar regalos y adornos para el árbol de pascua. Todo se torna rojo y dorado, con campanitas, duendes, pinos, viejos pascueros, rosetones, guirnaldas y luces titilantes, elementos que sólo invitan al consumo, en esta sencilla fecha que solo recuerda el nacimiento de un niño que cambió la historia del mundo cristiano.
Mucho se ha dicho y escrito sobre el verdadero espíritu navideño, sobre el consumismo que ha primado por sobre la paz y alegría de esta fecha , por lo que no ahondaré en ese tema, solo quiero reflexionar sobre lo triste y penoso que es la inexistencia de pesebres y nacimientos en gran parte del comercio nacional. ¿porqué? ¿será que el consumismo no nos permite ver el trasfondo de esta celebración? ¿será que nos nos interesa o que preferimos el alegre y colorado viejo pascuero?¿será que ya no somos capaces de notar lo que colocan frente a nuestros ojos y de ver el objetivo que hay detrás?¿será que preferimos en nuestras casas un hermoso árbol lleno de luces que un pequeño y humilde retablo? ¿será que cada vez hay menos cristianos en este país? ¿tendrá algo que ver la imposición cultural de los paises nórdicos?¿o es más bien un signo de estatus el celebrar la navidad con miles de luces de colores y adornos en el exterior de las casas? ¿que será?
Nota: La fotografía fue obtenida de Flirck.com, usuario mielvenenosa.
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