Mi relación con la música

Mi familia no es muy musical que digamos, nada de cantos en la ducha ni de cánticos para ocasiones especiales, sin embargo siempre ha existido música en mi casa y en los viajes familiares. El que lleva la batuta en este tema es mi padre, quien impuso sus gustos musicales sin que nadie lo reprochara. Es así como la música clásica predominó en mi infancia: Schubert, Bach, Mozart, Bethoven, Vivaldi, Bizet, Chopan  acompañaron las tardes en que mi padre intentó enseñarme las características de la música barroca y diferenciar los instrumentos que predominaban  en las distintas oberturas, piezas y sinfonías.

En las largas jornadas en el auto rumbo a las vacaciones de verano, junto a mi abuela materna, Serrat era quien nos acompañaba.

Como ella era catalana, la música en este idioma era la más escuchada y las conversaciones eran sobre las traducciones que ella hacia de las canciones. De esos viajes aún recuerdo canciones que hoy he vuelto a buscar en la red.

Más tarde, ya siendo adolescente, aparecieron los Beatles, grupo favorito de mi padre. No se si por imposición o por gusto propio aprendí a escucharlos y me hice una fanática de ellos. Me compré cancioneros y cassettes, traducía las letras y aprendí inglés al cantarlas. Aún guardo sus mejores cansiones en mi mp3.

De esta fase, me pasé al Jazz, donde los sonidos de las trompetas, saxofones y trombones me cautivaron. con su ritmo y su fuerza. Las big band de los años 50, el bebop, el swing y  el blues colmaron gran parte de mi pasión musical y cuando escuché las voces de Ella Fitzgerald, Aretha Franklin, Ray Charles y Louis Armstrong, mi facinación fue total. De aquí a los ritmos brasileños del bossa nova, hubo un paso. La candencia de este ritmo y las melódicas voces de Stan Getz, Joao Gilberto y Chico Buarque terminaron de encantarme.

Toda la música que menciono forman parte de los muchos gustos musicales que tengo, pues el Pop, Funk, Trova y la música étnica  tambien han acompañado partes de mi vida sonora.

Debido a que yo soy mucho más corporal que mis antecesores, la música con ritmos bailables tambien forma  parte importante de mi diario vivir. Al conocer la música folclórica latinoamericana, mis pies no dejaron de moverse: merengue, salsa, samba, cumbia colombiana y todos sus derivados me hacen bailar esté donde esté. Estos ritmos tambien están en mi mp3 para aquellos días aburridos de viajes en metro.

En resumen puedo decir que soy una persona bastante musical, influenciada por muchas corrientes y ritmos,  que disfruta de la vida con música de fondo. Si mi voz sonara bien o si tuviera habilidades para tocar algún instrumento, probablemente me habría dedicado a la música; pero como dicen que canto pésimo, solo me contento con cantar a viva voz cuando estoy en confianza....por suerte, dicen algunos.

Nota: la fotografía fue obtenida de http://dreamingfantasticworlds.blogspot.com